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Ejercicios y técnicas para aprender a gestionar las emociones

Las emociones, a veces, afloran de un modo que cuesta controlar, sobre todo si nos encontramos en una época complicada, de estrés, nervios o preocupaciones. Así que, si nos vemos desbordados, lo mejor es intentar controlar las emociones, y no es fácil, pero con los ejercicios y técnicas que te vamos a ofrecer seguro que vas a aprender a gestionar las emociones.

¿Cómo puedo gestionar mis emociones?

Seguramente alguna vez te has preguntado “¿Cómo puedo gestionar mis emociones?”, después de reaccionar con una actitud que no es agradable y con la cual no te identificas. No es fácil aprender a gestionar las emociones pero se puede, y si lo consigues –que seguro que será así– estarás bien a nivel personal y profesional, seguro. Además no gastarás fuerzas y energías de un modo innecesario e inadecuado. En este artículo te respondemos a la pregunta “¿Cómo puedo gestionar mis emociones?”. Te ofrecemos las mejores herramientas y actividades para conseguirlo. Tu energía se podrá canalizar hacia actividades satisfactorias y podrás mantener el equilibrio y la armonía. Así que, esfuérzate a aprender a gestionar las emociones.

Herramientas para gestionar emociones

Para aprender a gestionar las emociones, primero de todo debes identificar esas emociones. Intenta averiguar qué es lo que sientes respondiendo a preguntas como: “¿Qué siento exactamente? ¿Enfado, disgusto, culpabilidad, ira,…? Y se debe analizar siendo sinceros con nosotros mismos.

Te presentamos herramientas para gestionar emociones. Síguelas y verás como conseguirás aprender a gestionar las emociones:

  1. Debes entender que no existen las emociones negativas. Simplemente ten presente que existen estímulos que te llevan a experimentar determinadas emociones, pero es un error clasificar una emoción como positiva o negativa. Las emociones nos muestran que algo sucede y que debe tratarse.
  2. Siente. No debes reprimirte. Es aconsejable aceptar lo que sientes, así será más fácil gestionar tus emociones. Si no lo aceptas se puede establecer una confusión que podría tener como resultado una tormenta interna.
  3. Intenta razonar de un modo lógico. Te ayudarán preguntas como: “¿De verdad es cierto lo que estoy pensando? ¿Es tan importante para mí como para que me haga sentir así? ¿Me estaré equivocando?”.
  4. Observa mucho. Es importante estar atento observando tus propias emociones, si les prestas atención podrás aprender gestionar las emociones y comenzar a canalizarlas. Aceptar una emoción consiste en observarla, ver qué te quiere decir, así podrás aprender a modular tu conducta sin ser víctima de tus emociones.
  5. Sé autocrítico. Ser crítico con tus pensamientos. Muchos de tus pensamientos surgen de manera mecánica. Son interpretaciones que haces de la realidad, y que en ocasiones tienen fundamento, pero a veces no. Son fruto de un razonamiento. Piensa que tus pensamientos no son la realidad, sino un filtro para la realidad. Te induce a sentirte de una forma frente a lo que está pasando, y a veces nos lleva a equivocaciones. Un pensamiento puede interpretar que una dificultad es una molestia, o lo puede ver como una oportunidad. Y la conclusión la consigues cuando te cuestionas las ideas, y no te dejas llevar por ellas. Si entendemos que las personas pensamos, actuamos y reaccionamos diferente frente a situaciones similares, conseguiremos entender que lo que para ti es evidente, para otro puede que no lo sea.
  6. Establece un diálogo interno positivo. Aquello que te dices constantemente a ti mismo influye de manera directa en cómo te sientes y actúas. Cuando tengas que hacer algo piensa que tú puedes, y no al contrario. De este modo, aumentarás tu bienestar emocional y será más fácil conseguir tu objetivo. Intenta establecer un diálogo amable y positivo.
  7. Consolida tu vocabulario emocional. Si cuentas con un vocabulario emocional amplio será más difícil confundir una emoción con otra, serás más asertivo, te expresarás con mayor precisión y sabrás identificar los estados emocionales de los demás. Aprender a gestionar las emociones de manera inteligente implica estar atento. Así lograrás enfocarte hacia tu mundo interno.
  8. Autocontrol. Te ofrece la capacidad de poder retrasar la satisfacción o gratificación momentánea y poder dominar la impulsividad que tanto te puede perjudicar.
  9. Motivación. ¡La motivación es muy buena! Aporta energía para emprender y alcanzar objetivos marcados. Y si hablamos de automotivación, aún genera más satisfacción y genera más control.
  10. Busca la empatía. Ponte en el lugar del otro. Podrás detectar señales externas, intenta entender su realidad dejando a un lado diferencias sobre valores, creencias, experiencias,…

Actividades para ayudarte a gestionar emociones

Otro tipo de herramientas para gestionar emociones son las actividades. Existen una serie de actividades que te pueden ayudar a aprender a gestionar las emociones.

  1. Realiza técnicas de relajación. Son una perfecta herramienta para canalizar las emociones menos agradables. Es recomendable incluir la relajación en tu día a día, sobre todo, en momentos en que te sientas invadido por las emociones.
  2. Practica ejercicio físico. Presenta muchos beneficios para tu mente: mejora la autoestima, alivia la ansiedad, etc. Libera endorfinas en tu cerebro. El ejercicio físico ayuda a relajar los músculos y aliviar tensión en tu cuerpo, te sentirás más relajado y optimista.
  3. Intenta hacer mindfulness. La meditación te ayudará a controlar la atención. Se trata de la búsqueda de atención a un momento presente, con un propósito, y sin juzgar, desde tu conciencia. Es eficaz para regular pensamientos intrusivos, mejorar la atención, reducir estrés y canalizarlo.
  4. Escucha música. La música te puede relajar, animar,… Es una de las actividades para gestionar emociones que más se puede adaptar a tu momento y necesidades actuales. Según el estilo que escuches te hará sentir de un modo u otro, te aportará alegría, energía, nostalgia,...
  5. Busca tu canal de expresión. Te ayudará como vía de escape. Hay quienes utilizan la escritura como canal para la expresión emocional, otros dibujan o pintan mandalas, leen,…
  6. Escribe un diario. Puedes escribir a diario los momentos en los que has sentido emociones intensas, explicar qué ha ocurrido antes y qué pensamientos te han surgido.
  7. Busca un espejo. Dirígete a él, obsérvate y sonríe. Aunque no tengas ganas. Y si puedes entre 2 y 5 minutos, mejor. La intención es que te ayude a ser más objetivo con la situación que ha provocado la emoción, además te aportará calma. Piensa que la sonrisa libera endorfina, así que es una buena técnica para aprender a gestionar las emociones y obtener una mejor perspectiva de la situación.

Si aplicas las herramientas para gestionar emociones en tu día a día verás como mejorará incluso tu estado de ánimo general. Y si, además, realizas actividades para gestionar emociones conseguirás canalizarlas y sentirás bienestar emocional. El objetivo principal es este, el bienestar emocional. Propóntelo, lleva a cabo estas técnicas y seguro que lo logras.

Las flores de Bach te ayudan en la gestión de emociones

Las flores de Bach te pueden ayudar en la gestión de tus emociones y a encontrar la manera para que te sientas bien contigo misma y con los demás. Aquí tienes una selección de algunas Flores de Bach y algunas de las emociones con las que se relacionan:

Gentian. Tiene la impresión de sentirte desilusionada y decepcionada con facilidad.
Gorse. Tienes la sensación de que nada te puede ayudar.
Wild Oat. Tienes la impresión de no haber conseguido encontrar el sentido de tu vida.
Elm. Tienes muchas responsabilidades y te sientes desbordado.
Pine. Tienes la impresión de que te vas culpabilizando.
Star of Bethlehem. Tiene la sensación de que nada le podrá consolar.
Sweet Chestnut. ¿Sientes que no hay salida a tu situación actual? Esta Flor de Bach está pensada para ti en la gestión de esa emoción.
Walnut. Deseas vivir el cambio con plenitud.

Cada una de estas Flores de Bach Originales te ayudarán a gestionar las emociones. Tan sólo tienes que escoger la que más se corresponda a tu situación. Estate atenta a la clasificación de siete categorías emocionales que creó Edward Bach y escoge la más adecuada para ti. Seguro que nuestro Selector de Flores de Bach te ayudará a encontrarla. ¿Prefieres escoger una esencia de Flor de Bach o mezclar varias? Tú eliges.