GettyImages 455611863 1

¿Cuáles son los estados de ánimo?

Ya desde la infancia, en la etapa de Infantil, se habla a los peques de los estados de ánimo, se les ofrece nociones y se les invita a expresar cómo se sienten. Es un tema que aunque parece simple y sencillo es muy complejo. Incluso cuando somos mayores, a veces cuesta ver en qué estado de ánimo nos encontramos, y menos si no prestamos atención a nosotros mismos. Existen estados de ánimo positivos y estados de ánimo negativos, pero también alteraciones del estado de ánimo.

Qué son los estados de ánimo

Los estados de ánimo son los contenidos mentales en los que se mezclan estados del cuerpo, pensamientos de una forma automática o emociones sutiles. Aparecen cuando salimos de nuestro automatismo mental, es decir cuando nos limitamos a sentir, sin actuar. Son una forma de estar, permanecer. Puede ser que sea agradable o que no lo sea, expansivo o introspectivo. Y normalmente se asocia con el humor de la persona en aquel momento en concreto. 

Para conocer tu estado de ánimo, te animamos a que te detengas y prestes atención. Deja de correr todo el día, trabajar mil horas y estar inquieta. Escucha tu mente y tu cuerpo

Los estados de ánimo y las emociones

Los estados de ánimo han ido evolucionando, son menos intensos pero duran más. Son más influyentes. Las emociones simplifican y radicalizan tu percepción de los hechos, y los estados de ánimo la complican, pero la hacen más sutil. Estos impulsan hacia la reflexión interior.

Las emociones pertenecen a tu cuerpo y son las primeras en aparecer, lo hacen de un modo rápido. Y es entonces cuando llega la representación mental de estas emociones, es decir, los sentimientos. Cuando se combinan muchos de esos sentimientos nos deja la impronta de los estados de ánimo. Se pueden mantener después de fuertes emociones, como puede ser el estado en el que nos encontramos después de una gran alegría. Así pues, los estados son una mezcla de emociones y sentimientos acumulados durante horas e incluso días. Se combinan el bienestar o malestar mental, emocional y físico. Podríamos decir que son una reacción temporal a una acumulación de sensaciones psicoemocionales que debemos intentar comprender.

Los estados de ánimo requieren un trabajo psicológico más delicado y profundo. Si te sientes preocupada, por ejemplo, es importante que mires en tu interior para poder comprender qué te puede estar pasando y realizar cambios para conocerte mejor.

Estados de ánimo positivos

Hay una tendencia en investigar variables positivas relacionadas con el bienestar. Así que a principios del siglo XXII se empieza a hablar de los estados de ánimo positivos en la Psicología Positiva. Trata sobre el estudio científico de virtudes humanas y fortalezas, aparte de las experiencias positivas que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas. 

Se da importancia a los estados de ánimo positivos y las emociones positivas como la felicidad, el buen humor, la risa, la alegría y la calma. Son estados de ánimo positivos al considerarse que potencian el bienestar y favorecen la satisfacción con la propia vida. Facilitan la mirada en el mundo y el entorno, te aporta acercamiento, creatividad, confianza contigo misma.

Este tipo de estado positivo ayuda a aumentar la atención, la conciencia, la memoria y permite mantener varios conceptos a la vez y relacionarlos unos con otros. Los estados de ánimo positivos son movilizadores, de modo que cuando los experimentas tienes más ganas de hacer cosas y te desempeñas mejor. ¡Seguro que te ha pasado varias veces que te sientes feliz y quieres hacer muchas cosas, incluso te marcas objetivos que te motivan mucho!

Si eres una persona que tiene esperanzas, eres optimista y te sientes feliz, puedes ayudar a las personas para que puedan ser capaces de manejar sus inquietudes y situaciones complicadas. Las personas que experimentan niveles de emociones positivas, tienden a gestionar mejor las situaciones. De hecho contribuyen a la resiliencia y prosperidad. 

Estados de ánimo negativos

Los estados de ánimo negativos afectan de un modo negativo al bienestar afectando la parte mental, física y social de las personas. Una persona que padece un estado donde siente tristeza, miedo, ira, o sentimientos desagradables de un modo constante no tiene interés en llevar a cabo actividades cotidianas, además tiene baja autoestima, le cuesta tomar decisiones y concentrarse, y normalmente está irritable, ya que lo afronta con sus propios recursos. Estos estados de ánimo negativos pueden afectar también en el sueño y aportan cansancio. Además, las personas que desarrollan estos tipos de estado acostumbran a aguantar mucha inquietud, están más pendientes, se centran en lo que les parece peligroso o problemático.

Si un estado de ánimo negativo perdura mucho en el tiempo e interfiere en el día a día de las personas es importante que se pida ayuda a un profesional.

Es normal que a lo largo de tu vida experimentes estados de ánimo positivos y estados de ánimo negativos, de hecho son necesarios. Aun así, es mejor que predominen los positivos para poder conseguir una vida más feliz, ya que los negativos pueden ir acompañados de agobio e inquietudes, que no te ayudarán para nada en tu día a día.

Cómo pasar de un estado de ánimo negativo a un estado de ánimo positivo

Personas que tienen fuertes habilidades de manejo muestran más facilidad para manejar sentimientos negativos como pueden ser la frustración o la ira, y así crear un estado de ánimo positivo, cuando lo requieran. Pero no todo el mundo tiene esas habilidades.

Cuando te sientas mal es aconsejable que intentes hacer lo posible para intentar cambiar hacia un estado positivo. Para conseguirlo, puedes intentar utilizar alguno de estos consejos:

  • Intenta cambiar el enfoque de tus pensamientos. Piensa en los aspectos positivos de una experiencia vivida y que a lo mejor te hizo estar en un estado negativo. Valora lo que has aprendido de la vivencia, seguro que encuentras algún aspecto positivo. Si vas desarrollando un enfoque hacia lo positivo, y prestas atención a cómo piensas, seguramente podrás conseguir que sea un hábito y te ayudará a mantener una actitud más positiva en momentos complicados.
  • Haz una siesta corta. Si haces una siesta durante 20 o 30 minutos verás cómo mejorarás tu estado de ánimo. Te notarás más relajado y optimista cuando te despiertes.
  • Bosteza. Reducirás las inquietudes y relajarás tu cuerpo, aparte te ayudará a recordar y pensar mejor.
  • Intenta pasar tiempo al aire libre cuando no te sientas bien. Verás cómo te sentirás con más energía y resiliencia en conectar con la naturaleza. Ver árboles, césped o plantas tiene un efecto revitalizante que ayuda a levantar el ánimo.
  • Sonríe. Es un modo de interrumpir las vías neuronales del estado de ánimo negativo y fortalecer la capacidad de tu cerebro para mantener una actitud positiva. Prueba a sonreír a los demás, verás como habrá personas propensas a devolverte la sonrisa. También es un modo de intentar hacer un mundo un poquito más feliz, ¿no crees?
  • Di que sí. Si intentas decir la palabra sí, verás cómo te aporta energía.
  • Aprecia lo que tienes. No lo material sino lo que te aporta y te hace sentir. Verás cómo modificar tu estado emocional. 

Tus emociones no deberían interferir en tus relaciones, ni trabajo, ni actividades. Tampoco deberías tener malos pensamientos. Si soportas algún tipo de alteración anímate, piensa que con la ayuda de un profesional podrás controlarlo y  mejorar tu bienestar

Las Flores de Bach pueden ser tus aliadas para ayudarte a gestionar las emociones y ayudarte a vivir tu día a día con más alegría. Gracias a Edward Bach, que instauró siete grupos emocionales: preocupación en exceso, sensibilidad, sentimiento de soledad, falta de interés, tristeza, miedo e incertidumbre. Nuestro Selector de Flores de Bach te puede orientar, ya que puedes conocer cuál o cuáles son las Flores de Bach más adecuadas para ti, o también puedes consultar a un especialista que te ayude a escoger las más adecuadas.