¿Qué se entiende por bienestar y salud emocional?

Prosperar, mucho más que sobrevivir

Nuestra salud es mucho más que un «estado», es algo que nos ayuda a vivir la vida con plenitud y a prosperar de verdad.

Cuando pensamos en la buena salud, pensamos en ser capaces de mover el cuerpo con energía y vitalidad y de hacer todo aquello que nos hace sentir bien: reír con nuestros hijos o nietos mientras los perseguimos por el jardín, notar la calidez en la musculatura durante la sesión matinal de yoga o respirar profundas bocanadas de aire marino salado y notar la arena de la playa entre los dedos de los pies mientras damos un paseo (¡aunque llueva!). Gozar de salud física no solo significa no estar enfermo.

Y, de la misma manera, la salud emocional es mucho más que no estar triste o nervioso. Anhelamos sentirnos felices, satisfechos y con control para poder prosperar en la vida. Sin salud emocional, no podemos hacer todas esas cosas que dan sentido a la vida.

Sentirse bien conlleva sentirse en la mejor forma física y mental.

La salud emocional enriquece la vida

Puesto que cada uno experimenta las emociones a su propia manera, la salud emocional es algo profundamente personal. Pero la mayoría de nosotros consideramos que se trata de hallar un cierto equilibrio emocional y paz interior. Una persona emocionalmente sana es consciente de sus sentimientos y no se deja gobernar por sus emociones. Está conectada con un fin superior, lo que le permite afrontar los vaivenes de la vida con optimismo y resistencia.

Incluso aunque el mundo que le rodee sea un caos, estar emocionalmente sana le permite mantener la calma y sentirse segura de sí misma.

Si tenemos salud emocional, desarrollamos la inteligencia emocional y disfrutamos de relaciones sociales fructíferas con las personas que forman parte de nuestra vida. De manera que no solo tenemos la sensación de calma interior, sino que damos lo mejor de nosotros mismos en nuestras interacciones con los demás.

Y, por supuesto, estar emocionalmente sano nos infunde sensación de bienestar físico también. ¿Sabías que experimentar emociones positivas puede ayudar a restaurar el sistema inmunitario?¹

Los motores diminutos del bienestar

Según el campo de la psicología positiva, cada vez que experimentamos emociones positivas, como gratitud, alegría, amor y esperanza, ingresamos un depósito en el banco de nuestra salud emocional. Estos «motores diminutos» propulsan nuestra sensación de satisfacción y crecimiento personal y, al aprender a apreciar todos los micromomentos de emoción positiva, reforzamos nuestra sensación de bienestar.

No obstante, tener salud emocional y centrarse en las emociones positivas no significa que no experimentemos nunca sentimientos negativos. Solo implica que somos lo bastante resistentes como para manejar esas emociones negativas cuando afloran. De hecho, reconocerlas y ser capaces de continuar avanzando sin juzgarnos es señal de salud y puede resultar incluso útil.

¿Cómo mejorar el bienestar y la salud emocional?

Al igual que en el plano físico unos días nos sentimos más enérgicos que otros, la salud emocional también es dinámica. El estrés del trabajo, las preocupaciones económicas y los problemas de pareja son algunos de los factores que afectan a nuestra salud emocional. Sin embargo, dar pequeños pasos para cuidar la salud emocional ayuda a dotarse de reservas emocionales para poder ser capaces de afrontar los altibajos de la vida y tener una mayor sensación de paz interior.

_{1 Jane Collingwood (2016, psychcentral.com). How does mood affect immunity?}